El consejero del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Francisco Castejón, ha participado en la reunión del Comité General de la Convención Conjunta sobre la seguridad en la gestión del combustible gastado y sobre la seguridad de los residuos radiactivos, auspiciada por el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).

Esta Convención Conjunta suele celebrarse cada dos años, pero en 2021 no tuvo lugar a causa de la pandemia, aplazándose hasta el verano de este año. En el encuentro de hoy se han reunido todos los comités de evaluación formando el denominado Comité General para elaborar una hoja de ruta que sirva de guía para la evaluación de los informes y las presentaciones que se realizarán en la reunión de la Convención.

Esta Convención está compuesta por Estados que se unen voluntariamente para compartir experiencias, dificultades y buenas prácticas a través de los informes presentados por cada país. España, en esta reunión, al igual que todos los países, ha presentado un informe que será evaluado en la reunión general .

La evaluación de los informes se realiza en ocho grupos de trabajo, que agrupan diferentes países, mediante un comité que se encarga de cada grupo de países. El consejero Francisco Castejón preside el grupo 7 (compuesto por Alemania, Brasil, Cuba, Eritrea, Marruecos, Mauritania, Países Bajos, Serbia, Ucrania y Uruguay) y realizará la presentación y puesta en común del informe del grupo 7 además de la evaluación de los informes de estos países.

Francisco Castejón ha relatado que la marcha de los trabajos del grupo 7 se está produciendo según lo previsto y ha mostrado su preocupación por la crisis generada por la guerra en Ucrania, que podría tener efectos sobre la Convención. Además ha señalado la importancia de esta Convención para garantizar la gestión segura de los residuos radiactivos, para establecer buenas prácticas y para que los países más avanzados compartan experiencias con los que acaban de ingresar en la convención.

El número de países participantes en la Convención ha pasado de 75 a 83, lo que demuestra el interés internacional creciente en intercambiar experiencias, problemáticas y buenas prácticas sobre la gestión de los residuos radiactivos y del combustible gastado de las centrales nucleares. La participación no se limita a las potencias nucleares, sino que se va extendiendo a otros países que solamente cuentan con instalaciones radiactivas de carácter médico e industrial.

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